Como reportero y editor de El Sol del Norte, Agustín García Ramos vio nacer a los Saraperos de Saltillo y cubrió en las páginas de este diario los grandes años 70 de ‘El Coloso del Norte’.

Agustín García Ramos, conocido con cariño por la familia del deporte saltillense como “El Coach” Agustín, es un gran promotor de los deportes. Primero como reportero y editor de El Sol del Norte, donde dio cobertura a los Saraperos de Saltillo en sus inicios; luego como entrenador de los equipos de beisbol y futbol americano en el Tecnológico de Saltillo, ha sido uno de los expertos del terreno de juego más importantes de la ciudad.

En entrevista con el periodista Carlos R. Verástegui para el libro “Saraperos: Los primeros 50 años de una gran historia”, el coach Agustín recuerda con una sonrisa aquel famoso cabezal de su invención que publicó cuando Saraperos se encontraba a un encuentro de la victoria en 1971: “La champaña está en el hielo”.

“Lo presumo siempre, y nació la idea cuando ganaron el tercer juego a los Charros de Jalisco, un viernes, y llegan a la redacción de El Sol del Norte todos los enviados especiales de la Ciudad de México. Todos ponían ‘en la antesala’, ‘a punto’… y en la tele sale un anuncio de sidra y se me prendió el foco, ‘bueno, ¿y si yo le pongo algo diferente?’ Y así se me ocurrió ponerle ‘La champaña está en el hielo’.

“Todo mundo me lo elogió, pero recuerdo que el sábado no hubo juego por lluvia, el domingo Jalisco gana el doble juego, se pone 3-2 la serie, en Guadalajara ganan el sexto juego y el séptimo se ponen arriba con un jonrón de un gringo, Bill Parlier, para ponerse 5-1 en la pizarra, que fue definitivo, y dice González Camarena, locutor de allá de Guadalajara, burlándose, ‘todavía recuerdo un titular de Saltillo que decía que la champaña está en el hielo. Señores, se les hizo vinagre’”, cuenta el periodista y entrenador.

García Ramos explica que El Sol del Norte fue un promotor del beisbol local y que gracias a la insistencia en sus páginas, Saltillo pudo obtener un lugar en Liga Mexicana.

“El periódico, por casi un año, estuvo haciendo campaña. En respuesta, Saraperos nos dio la exclusiva cuando se dio la autorización. Sale la primicia y me voy con ellos al famoso draft, ahí el primer pelotero contratado fue Lupe Chávez, un prospecto de Sultanes, luego Enrique Castillo, que venía de Tigres, y ahí se armó el equipo”.

El coach Agustín también recuerda con nostalgia esos primeros encuentros de Saraperos, equipo que sacó la casta desde sus primeras apariciones en el diamante.

“Tengo muy buena memoria. Recuerdo que el primer juego en el Madero fue el 21 de marzo del 70 y vino el campeón Broncos de Reynosa a inaugurar temporada en Saltillo al mando de Miguel Sotelo, y ganó Saltillo con un pítcher puertorriqueño, Carmelo Aquino. Antes, Saraperos había abierto temporada en Monterrey contra Sultanes y le ganó la serie.

“Ese equipo estaba muy modesto y quedó en último lugar, y para el año siguiente todos se fueron y armaron un ‘trabucazo’ a base de dinero. Le pusieron ‘El Coloso del Norte’”.

Gracias a esta etapa periodística, dice, pudo aplicar después sus conocimientos como entrenador en el Tecnológico de Saltillo, donde se convirtió en toda una figura de respeto.

“Metido en la banca en algunos partidos, que no me corrieron a pesar de que no debía estar ahí, aprendí cosas que después apliqué en el Tec (Saltillo). Me acuerdo que le decía Gregorio Luque a Eduardo Acosta, el pítcher, ‘tírale duro aquí (señala el codo)’, o sea cerrado, yo me preguntaba ¿por qué? Porque él está metido, empalmado, en el home; si se abre tantito se tira esquinado, afuera, pero si está empalmado le tira adentro para que no haga el swing completo para dominarlo.

“Y así muchas cosas, como los tiempos en las reviradas y cómo se movía la bola cuando los pítchers comenzaban a tirar duro. Las señas, toques de bola.

“No había beisbol en el Tec, me acuerdo que empezamos a armar el equipo de beisbol. Recuerdo que mi primer short stop fue José Jesús Tovar, me llegó todo greñudo, como hippie, y lo corrí. ‘Te cortas el pelo o aquí no juegas’. Ese muchacho llegó a Liga Mexicana, jugó 11 años, empezó con Tigres. Acaba de jubilarse en el Tec como entrenador, era un excelente jugador”.

La entrevista completa con Agustín García Ramos se puede leer en la publicación conmemorativa dedicada a celebrar los 50 primeros años del equipo de casa: los queridos Saraperos de Saltillo.

Fotografía principal: Agustín García Ramos con el reconocimiento que le entregó la Liga Mexicana de Beisbol. Fotografía: Luis Castrejón.

«La champaña está en el hielo», decía el titular elegido por Agustín García Ramos, publicado el 14 de agosto de 1971 en El Sol del Norte. Fotografía: Archivo General del Estado.